Una comisión de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) había detectado numerosas irregularidades en el laboratorio Ramallo, vinculado a Ariel García Furfaro, en noviembre y diciembre de 2024, pero recién se hizo la presentación formal en febrero de este año, según pudo saber la agencia Noticias Argentinas.
Ya se conoce cuándo adulteraron el Fentanilo. Durante la inspección realizada en el establecimiento Laboratorio Ramallo S.A entre el 28 de noviembre al 12 de diciembre de 2024, seis días antes de producir el fentanilo adulterado, la comisión del Departamento de Inspectorado de la Dirección de Fiscalización y Gestión de Riesgos (DFYGR) de la ANMAT detectó y documentó irregularidades en el acta O.I. N° 2024/3332-INAME-677.
En dicho proceso “fueron detectadas deficiencias significativas clasificadas como críticas y mayores en la Gestión del Sistema de Calidad Farmacéutico (Validación de procesos, documentación, entre otros) en Producción, en Recursos Humanos, en Depósitos, en Control de Calidad, entre otros”.
Comprometida la calidad, seguridad y eficacia de los productos elaborados, se infería lo que iba a ocurrir y que ocurrió.
ANMAT nada hizo con las alertas y no mandó a clausurar los laboratorios HLB Pharma y Ramallo S.A. para prevenir las muertes por las ampollas con el fentanilo contaminado con las bacterias Klebsiella pneumoniae MBL y Ralstonia Picketti.
Entre tanta duda que pone en jaque al accionar del Anmat, Furfaro inventa en su intención de desviar la atención como si no lo señalaran las evidencias, que en su laboratorio hubo un atentado para perjudicar la calidad del Fentanilo, a manos de Quinteros, un representante legal de la empresa que nunca trabajó en el laboratorio de Ramallo, ni es bioquímico ni tenía contacto con el área de manipulación de productos, ni tampoco es señalado en la causa.
El dueño del laboratorio también se comunicaron con nosotros, como con otros medios de la ciudad, para aportarnos lo que supuestamente eran pruebas contra Quinteros; todas ellas por demás inconsistentes e insólitas; algo a lo que nuestro medio no les dio trascendencia.
Sin embargo, Furfaro insiste. También habló de un atentado en su laboratorio, de la mano de Quinteros, que intentaba hacer estallar el laboratorio en vuelos razantes en helicóptero en varias oportunidades, como ya mencionáramos en notas anteriores. .
De las inconsistencias no se vuelve, y de las 24 personas señaladas en la cauda, no sólo no figura Quinteros, sino que sólo le sirve a Furfaro en su delirio para intentar simular un hallazgo marca "atentado" que lo saque a él de la mira, insultando así la inteligencia del juez Kreplak que interviene en la causa, para señalar sin pruebas a Andrés Quinteros.