Ceriotti que se cree dueño de Uatre Rojo, nos cuentan los vecinos, fue confrontado por UATRE central esgrimiendo que, Ceriotti no tiene nada que ver con ésta seccional.
Con ésto sacaba chapa en varios rincones de la provincia de Buenos Aires y en San Nicolás y sus delegaciones.
Lo cierto es que además de golpeador, ahora suma otra denuncia entre otros detalles no menores en la justicia federal y por una llamada al 911 diciendo que éste tipito no quiere dejar la sede. Aquella sede que fuera de su padre, el famoso MOMO que falleció hace tiempo ya.
Suma todo en contra éste muchacho que solía, no nos consta que lo siga haciendo, aunque los rumores en tal sentido abundan, traía señoritas al autódromo, a fiestas de la élite corrupta que valida estas fiestas ilegales, por cierto.
Ademas también gozó de la bendición en el puerto de San Nicolás formando parte del consorcio de gestión, del que nunca más se habló pero que sin embargo siguen estando los mismos protegidos pero no sabemos de quién, porque nadie da esa información.
Claro que hay tantos socios en el puerto, con el poder local y los que se creen los "poderosos" locales, que uno ya no sabe a quién preguntar.
Lo importante es que la denuncia clausuró la sede de UATRE con faja y todo y tiene prohibido ingresar el joven violento que no deja a la Delegación nunca en paz. Si no son los Passaglia y los delegados, aparece Ceriotti para que no se aburran, se quejan los vecinos
Recordemos que
El ex secretario general de la Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores, UATRE, en la localidad de General Rojo –San Nicolás, provincia de Buenos Aires, José María Ceriotti, recibió una orden de restricción de acercamiento en relación con una causa por vionlencia de género contra dos personas en la que está imputado. Una por el 2024 y otra que ya denunciáramos en éste 2025. Todo un golpeador que aprende de sus amigos impunes, los Passaglia. Viejos conocidos por las manos flojas
La Justicia de San Nicolás dictó varias medidas cautelares que Coti no cumple, y no hace caso porque la justicia lo protege.
Rojo alborotada