Junto con la eliminación de Vialidad Nacional el gobierno elimina un subsidio histórico que financiaba parte significativa de la Fundación de la Hemofilia, generando preocupación sobre su futuro y la continuidad de la atención a pacientes con hemofilia. El instituo Nacional del cáncer y de las enfermedades cardiovasculares.
El frágil camino de la eliminación de Vialidad Nacional a las Concesiones.
En un paso más hacia la destrucción del Estado, el topo Milei parece tener en carpeta la eliminación de un organismo clave: la Dirección Nacional de Vialidad y, por si fuera poco, avanzar en el cobro de peajes por parte de privados.
Algunas Conclusiones
Pretender eliminar un Organismo como Vialidad Nacional, es querer dejar de lado todo control serio del Estado hacia los emprendimientos viales privados; es aumentar los riesgos de accidentes fatales de los que circulen en rutas desatendidas ante un organismo serio del Estado Nacional que no pueda marcar dichas urgencias de conservación; es destruir la transmisión de conocimiento generacional, profesional, técnico y administrativo, los cuales no podrán ser restituidos a posteriori; es dejar de lado todo proyecto que contemple las vinculaciones de sectores poblacionales no rentables; es dejar que las Obras de Arte (Puentes y Alcantarillas) se sigan deteriorando y no se analicen las ampliaciones de sus secciones de escurrimientos en concordancia con las exigencias que marca el Cambio Climático; es permitir que el costo de las Obras se encarezcan ante la falta de Presupuestos Oficiales razonables, es poner en riesgo parte de lo establecido en el Artículo 14 de la Constitución Nacional “ Todos los habitantes de la Nación gozan de los siguientes derechos conforme a las leyes que reglamenten su ejercicio; a saber: … de entrar, permanecer, transitar y salir del territorio argentino ….”.
Entregar el manejo de la Rutas a los privados, es parte del incumplimiento constitucional ya expresado, ya que permitirá rutas aptas, pero imposibilitadas en su circulación de aquellos ciudadanos que no puedan acceder a los montos exigidos en los cobros de peajes, es encarecer los costos de producción, y consecuentemente lo precios de los productos de consumo, como consecuencia de los cobros de peajes; es aislar a los pueblos cuyas únicas vinculaciones se den por caminos intransitables, tanto de red primaria, como mas aún en redes secundarias.
Pretender entregar tramos de Rutas Nacionales a las Provincias, será una gran irresponsabilidad, ya que sabemos de las imposibilidades económicas que las mismas poseen para mantener sus propias redes provinciales. En este punto se deberá tener presente que, si se contrastan los 39. 937 km de la extensión total que conforma la red vial nacional, con los 640.000 km de rutas que incluyen a las redes provinciales, y si además se tiene presente la realidad de provincias quebradas financieramente y sin recibir algunas el porcentaje de
coparticipación que les debería corresponder (como ser el caso de la Provincia de Buenos Aires que aporta un 40 % a las arcas del estado nacional, y termina recibiendo apenas un 21 %), es ilógico pensar que la imposición de más responsabilidades a las provincias, como se el traspaso de rutas nacionales, en general van a tener un resultado favorable.
Finalmente, sólo con un “Estado Presente” y con funcionarios que trabajen arduamente para lograrlo, se tendrá un crecimiento armónico como País, y lograremos tener una sociedad con una mejor calidad de vida.
CLAUDIO VELAZCO
ING. HIDRÁULICO Y CIVIL