Es necesario advertir las condiciones laborales que viven a diario los trabajadores municipales sin medios adecuados para prevenir accidentes ni garantizar condiciones laborales dignas, como lo denuncia ...
Días pasados los trabajadores del Corralón Municipal sufrieron la pérdida total del galpón principal, espacio donde resguardaban sus pertenencias y realizaban sus pausas para el desayuno, el almuerzo o la merienda, según los turnos asignados.
Gracias a la rápida intervención de los Bomberos Voluntarios no se tuvo que lamentar la pérdida de vidas humanas.
La gestión Passaglia, tanto Manuel como Santiago, son responsables ante la falta de prvención y que no pueden y no quieren garantizar condiciones mínimas de seguridad laboral. Hecho grave y sin dudas, una señal de alarma frente a una gestión que, lejos de asumir responsabilidades, intenta trasladar su modelo de negligencia a otras localidades de la provincia.
Desde el Sindicato Único de Trabajdores Municipales de San Nicolás, adherido a la Fe.Si.Mu.Bo, le exigen a ésta familia en el poder, que se implementen de forma urgente las medidas de seguridad correspondientes en todas las dependencias municipales.
No se puede continuar trabajando con extintores vencidos o que no cumplen con la normativa vigente en materia de Higiene y Seguridad.
Esta vez fue solo una pérdida material, pero no podemos seguir confiando la vida de los trabajadores al azar. Las imágenes que acompañan este comunicado corresponden al nuevo Corralón Municipal, ubicado frente a la autopista, entre la Ruta 188 y el parador. Allí también se evidencian múltiples falencias que ya fueron informadas por nuestros delegados. Además, denunciamos que la entrega de ropa de trabajo no se ajusta a la índole de las tareas que realiza cada sector.
Hasta acá, un hecho, una situación lamentable por cierto, pero Cecchi recuerda lo que decía el compañero Saúl Ubaldini, Secretario General de la CGT:: “Para las personas oprimidas es importantísimo saber que no están solas.” Y en San Nicolás, los trabajadores y trabajadoras municipales no están solos. Tienen una organización sindical que los defiende, que denuncia, que lucha y que exige dignidad, seguridad e incrementos salariales ante los sueldos insuficientes que hoy perciben.
La voz de los trabajadores no se calla.
La dignidad no se negocia.