El tren de la crueldad va a alta velocidad

 “Tengan en cuenta que vencer no es convencer, ni conquistar es convertir. Para convencer hay que persuadir y para persuadir necesitan algo que les falta: razón y derecho en la lucha.”

Discurso de Miguel de Unamuno como rector de la Universidad de Salamanca, 1936

En esta rapidez mediática en que estamos inmersos, nos bombardean con decretos antidemocráticos hora tras hora para mantenernos prisioneros del temor. Estamos subestimando nuevamente el poder de los medios de comunicación en la conformación de la opinión publica y los modos válidos de vida que nos marcan. Estos medios de comunicación que generaron el odio generalizado a los gobiernos progresistas y erigieron gobiernos de ultra derecha conservadora anti estado y anti patria, ahora están apoyando el avance hacia una nueva forma de control social, más vil e inhumana que las conocidas históricamente hasta hoy. Sosteníamos que la batalla cultural era el único camino para liberar a la sociedad de esta vuelta constante al desclasamiento social, a la destrucción de la soberanía, a nuevos sometimientos al poder real que solo nos quiere lobotomizados e insultándonos entre nosotros.

Ese insulto feroz, como fundamento para venderles que “todos los gobiernos que otorgan derechos son asociaciones ilícitas”, es el pan nuestro de cada día. Derechos incluso como el de ser elegidos por el voto popular que éste gobierno utilizó para instalarse perderán vigencia, y ya nadie querrá votar siquiera. Así, en este nuevo orden, ayer le negaron la excarcelación a la militante que metieron presa hace más de tres días, Alesia Abaigar, por una cuestión meramente contravencional: repudiar los dichos de Espert contra las mujeres y contra nuestra Presidenta arrojándole bosta de vaca.  No nos extraña, a Milagro Sala también la metieron presa por tirarle huevos a Morales, y nunca más la dejaron salir de prisión. Ahora resulta que el gobierno puede decir la barbaridad más grande que le salga desde su oscuro sinsentido,  pero  el pueblo no puede responder, manifestarse, repudiar. A esto hemos llegado. También están atacando ferozmente a Julia Mengolini, con la IA pueden inventar lo que quieran y difamar y destruir, porque la nueva sociedad que se alimenta de estas pavadas, y se compra cualquier mentira de las nuevas TICs ha triunfado, mentira la verdad. Golpes blandos parlamentarios, impeachments y prisión de ex presidentes, empezando con Lugo, Dilma, Correa, Lula y terminando con Cristina, es el nuevo Plan Condor 2.

En el H.C.D. local  archivaron el pasado jueves un proyecto para conformar una comisión nueva, por un lado que descongestionara la actual comisión de SALUD y por otro que, junto con el ataque que está produciéndose sistemáticamente contra las mujeres y las diversidades, se sumaran al tratamiento de temas que nunca se fueron de nuestra agenda política, los DERECHOS HUMANOS. No escapa el HCD de San Nicolas de esta demonización, de esta caza de brujas, de esta ley de la crueldad y del insulto. Con la excusa del “se robaron todo” que ya a nadie importa porque la realidad es que a la vez que toman la mayor deuda externa de los últimos cuarenta años, estos gobiernos cuasi fascistas desfinancian la salud, con el Garrahan a la cabeza, y la educación denostando a las universidades, los libertarios se dieron el lujo de rechazar un proyecto caprichosamente, como el nene que se lleva la pelota porque no le gusta el color del pasto. Por eso traigo a Unamuno a mi epígrafe, con la esperanza de que se comprenda que esta infamia tendrá fin, metan preso a quien metan y nos asedien como lo hacen.

En nuestra ciudad esto se agudizará, los libertarios ganarán bancas, y el oficialismo seguirá haciendo lo que quiera sin dar explicaciones como amos del lugar. Se vendrán épocas de más crueldad porque las fabricas de la zona no resistirán el modelo de importaciones impuesto. El consumo cayendo y separando las clases sociales, habrá los que miran desde arriba y se sentirán superiores, y habrá del resto, escondidos tras el silencio de un estado represor. En este escenario es dable compartir con Rita Segato eso de no querer pertenecer a la raza humana, no hay nada que compartamos con esta nueva especie que está erigiéndose, el HOMO ARTIFICIAL.

Me pregunto qué significa para esta generación de chat-boys los derechos humanos, qué significa la ciencia y la tecnología, la salud y las mujeres. Descompone la idea de ver cómo están pululando en las nuevas redes sociales cursos que avalan masculinidades tóxicas, que implantan la justificación de su comportamiento, el futuro incierto de la tipificación de la figura del femicidio que se lleva cada 30 horas una mujer en nuestro país, la derogación de la ley de interrupción voluntaria del embarazo llamándonos asesinas, la militarización de las calles contra la protesta ante tanta injusticia, y una apuesta en común para agredir a las mujeres de todo tipo. ¿Es que no ven cómo lo estamos sintiendo? El ataque a lo común, a la comunidad, a esa que mantenemos unida las mujeres, que bancamos la olla, educamos, cuidamos y sostenemos el dolor de los caídos del sistema, los niños, los discapacitados, los ancianos. ¡No se vuelve a la normalidad después de todo esto! Porque los que asustados mantuvieron un silencio prudente después del fin de la dictadura no se equivocaron, el aparato siempre estuvo vivo, agazapado, esperando volver.  La crueldad a plena luz del día es la nueva constitución. Ella nos gobierna, la han habilitado quienes se creen superiores moralmente. Y mientras una parte de la población esta pensando en que nuevo producto comprar o importar la gran mayoría se desvela por llegar a fin de mes, gastándose el cuerpo en dos o tres trabajos. Nos han quitado el  derecho al respeto, a vivir como humanos, al ocio, a la reunión, a la comunidad, a la charla amena, a la cultura y ni siquiera podemos quejarnos.

El mundo está entrando en un espiral de violencia nunca antes visto, porque ya no hay espacio para la paz, la globalización nos deja ver que ahora si es cierto tanta advertencia científica y filosófica. Es la era de la crueldad a distancia, una crueldad cobarde que no tiene la valentía de ejercerse con rostro y cuerpo. Se ejerce a control remoto, desde un teclado, impersonal, inexpresivo, ubicuo. Será tiempo de revelarse contra el sistema artificial, y dejar de alimentar a la serpiente de mil cabezas. Volver a la presencia, sin foto, sin registro, una presencia sincera a sentir el pulso de la sangre corriendo por nuestras venas y no los bits de información de las redes sociales y los mass medias.  No dejemos que nos vendan esta guerra de mentiras, usemos el corazón y no el celular para seguir siendo HOMO SAPIENS, hagámosle caso a Joyce, en el corazón hay algo mas sabio que la sabiduría.