Vivimos un momento histórico complejo, incierto, difícil. En política no hay nada escrito, el factor sorpresa o el margen de error en los pronósticos son muy importantes. En la ciudad los nicoleños sabemos que la familia Passaglia tiene votos propios. Muchos. Eso no es ninguna novedad. Se han convertido en caudillos. Por ese motivo tanto los dirigentes provinciales como nacionales han buscado una alianza política con ellos que les permita capitalizar esos votos. Saben que no discriminan a nadie y pueden saltar a diferentes partidos políticos sin el menor pudor. Frente para la victoria 2011, cambiemos 2017, hechos, recientemente. Incluso en estos meses hubo declaraciones del intendente halagando la motosierra. Algo que entra en contradicción con alguien que ha hecho de la obra pública su bandera. Parece que enmendaron el error.
En los primeros meses del año también dejaron correr el rumor de una alianza con Axel Kicillof. Cuestión que fue resistida tanto en las filas passaglistas como en las de UxP, tras varios años de desplantes al gobierno provincial. En ese contexto de "no encontrar" padrinazgos o madrinazgos a nivel nacional y provincial toman la decisión de fundar HECHOS. Un partido local y regional que busca consolidarlos en la 2da sección electoral. El antecedente frustrante y frustrado fue cuando Manuel Passaglia pretendió saltar a la esfera nacional, pero su candidata (Patricia Bullrich) no superó el 25% de los votos, luego se sumó como ministra de seguridad al gobierno de Milei y dejó tirado en la banquina las ambiciones de dar el salto. Hoy es un desocupado más, aunque cada tanto realiza alguna producción de tik tok junto a su hermano.
El problema de fondo es en que lugar quedan los nicoleños/as tras esa decisión de cortarse solos. Si bien la jugada parece arriesgada, también genera un una horfandad con los viejos socios políticos. Los radicales, el PRO y aliados menores quedaron a la intemperie y la familia gobernante se abroqueló bajo su sello y reduce aún más el ámbito de las decisiones políticas locales al triunvirato familiar. Si ya desde hace años la gran mayoría de las medidas la definían el pequeño círculo, ahora ni siquiera reconoce a los socios menores para justificarlas. Una mesa chica sanguínea y apenas un poquito más grande con quiénes hacen negocios con el municipio.
En la ciudad del acuerdo de 1852 la política, los negocios, el poder y la propiedad quedan entre cuatro paredes.
CF