La desidia municipal se nota en toda la ciudad que se ve afectada por una gran proliferación de mosquitos. Ni siquiera este año hicieron campañas por el dengue u otra familia de mosquitos. Pero los vecinos pagan las tasas y nada le vuelve al vecino.
La presencia de una “nube de mosquitos” se ha convertido en un problema constante, agravado aún más por las lluvias recientes.
Los vecinos se hacen escuchar, pero la fumigación es un gasto, se lo escuchó decir a los hermanos Passaglia. Lo cierto es que atentos a ganar las elecciones hicieron caso omiso a la fumigación que debe realizarse en el mes de septiembre. Se abusan de la confianza de los vecinos que cada vez son menos los que eligen a la familia.
Fumigar es salud social y comunitaria. Pero claro, sólo si es negocio actúan y sino todos se perjudican que es lo que pasa en la ciudad de los Passaglia, es un problema de los otros, de los vecinos.
Vergüenza