El francés Michel Albert hace una distinción entre el capitalismo en Europa occidental, el modelo (Rhineland) del río Rhin, y dl modelo de capitalismo Anglo-Sajón , en boga en Gran Bretaña y los Estados Unidos de América.
El modelo Rhineland podría identificarse como una economía de mercado regulado con un sistema comprensivo de seguridad social. Los gobiernos, las organizaciones de industriales empleadores y los sindicatos laborales se consultan entre ellos acerca de objetivos económicos y sobre instrumentos de política a desarrollar. En el modelo Rhineland, por tanto, el estado benefactor se combina con la así llamada economía de consulta . En tal economía el objetivo primario no es la maximización de las utilidades de corto plazo para beneficio de los accionistas de compañías manufactureras. La principal preocupación es un crecimiento económico sostenido y estable.
En contraste con el modelo anterior, tenemos el sistema anglo-sajón de economía del accionista. Bajo esta forma de capitalismo, la empresa privada se dedica a maximizar las utilidades de corto plazo para los inversionistas. Se enfoca no en la armonización de intereses, sino en competir y si fuere necesario, en la confrontación.
El alma de lo que se ha denominado el modelo polder (poldermodel), tiene como principales causas, las siguientes: una mejoría en las finanzas estatales, un recorte del sistema de seguridad social, un mercado laboral más flexible y una tasa de cambio estable entre la corona holandesa y el marco alemán.
Las rebajas de impuestos jugaron un papel importante en la moderación salarial en Holanda. Esto produjo un aumento en la capacidad adquisitiva de la gente que entonces hizo posible limitar los aumentos salariales. La moderación salarial no condujo a una baja en la demanda, como algunos temían
Rebajando impuestos, y no aumentándolos, es el sistema para crear empleos
Rebajando impuestos, y no aumentándolos, es el sistema para crear empleos
El nuevo sistema holandés está haciendo despertar el resto de las economías de la Unión Europea, y aun cuando hay mucho qué mejorar, Europa sin duda está entrando en una nueva fase en donde atacar el flagelo del desempleo es más importante que cualquier otra preocupación. La Tercera Vía o modelo holandés, es un ejemplo a seguir.