Mientras el candidato de Cambiemos Manuel Passaglia inaugura un zanjón, algo nunca visto, pero así lo describen y lo informan algunos medios locales; Cecilia Comerio acordó con Kicillof “poner prioridad a la puesta en marcha de la producción en pymes y comercios y bajar los índices de desocupación en la ciudad”.
Para ello se comprometieron a trabajar en tareas conjuntas entre la provincia y la ciudad. Bajo este marco, la candidata a intendenta viene recorriendo pymes, comercios, visitando a productores agropecuarios, reuniéndose con empresarios, ongs, y emprendedores, para activar los distintos sectores locales.
Comerio visitó la Central Termoeléctrica de General Rojo; se interesó por la problemática de los productores agrícolas y ganaderos de nuestra ciudad y se hizo tiempo para visitar pymes nicoleñas radicadas en el Parque Comirsa.
Sobre esta agenda, Comerio puntualizó: “Nuestro compromiso es con los que generan trabajo, necesitamos ponerlos en valor y generar las condiciones para que puedan producir y emplear.
Mientras el candidato Manuel, no tiene agenda ni plan de gobierno; el Plan Estratégico que Cecilia y Axel piensan juntos plantean beneficios fiscales, financiamiento e infraestructura necesaria para la producción.
Seguimos escuchando con atención las demandas de los sectores productivos ya que son a diario los que padecen el modelo económico que Macri, Vidal y Passaglia imponen para su labor”, afirmó la candidata del Frente de Todos.
Cecilia Comerio avanza en encarar un modelo productivo para la ciudad. Una ciudad que ha priorizado obras que no dan trabajo mas que el de tipo estacionario de corto plazo, mientras duran las obras, como embaldosar unas cuadras del centro o cambiar árboles secos por plantines.
¿La obra pública es importante? sí, pero no todo queda ahí. Hace falta impulsar el crecimiento de una ciudad que lejos de ser lo que era, se ha convertido casi en un lugar de apuestas.
Mientras el empleo cae en la ciudad y la ciudad "no levanta", Manuel monta un show de lujo por el que paga fortuna. Así son los espejitos de colores, lo que alarma es que para venderlos alguien los tiene que comprar y esos son votos.