En la ciudad de San Nicolás nadie controla precios, nadie controla que cobren un adicional por cargarte la tarjeta SUBE ni las tarjetas de celular ni controlar el precio de los cigarrillos.
Los clientes no ven "rebajas en góndola". Los principales productos de consumo alimenticio decía el gobierno actual, no pagarían IVA hasta fin de año. Sin embargo, los precios aumentaron exponencialmente.
El objetivo era que esta medida ayudara a compensar el impacto de la devaluación, pero fue en vano.
Las grandes cadenas como Carrefour en San Nicolás no sólo aumentaron los precios antes de que se implementara el IVA, sino que aún hoy siguen los aumentos.
Por eso la gaseosa Coca pasó de 88 a 108$ Y la Cunnington de 44 a 59$.
La ciudad donde no existe defensa civil, tampoco existe la defensa al consumidor municipal; algo que nadie te cuenta.
Defensa al Consumidor es una herramienta de gran valor destinada a la protección y defensa de todos los usuarios que se ven afectados en sus derechos.
El gobierno municipal es quién debe actuar como órgano local de aplicación, ejerciendo un estricto control y la vigilancia sobre el cumplimiento de la ley de Defensa del Consumidor. Sin embargo en San Nicolás (Manuel Passaglia) no se toma las cosas en serio ni se ocupa de vigilar entre otros detalles, que se cumpla el control de precios.