San Nicolás, la ciudad donde se vive uno de los fenómenos de peregrinación católicos más importantes de la República Argentina, no es importante para el candidato a intendente por Cambiemos, Manuel Passaglia.
Una ciudad del turismo religioso que no cuidó al peregrino.
Ayer 25 de septiembre, no dieron feriado local como siempre existió; las plazas amanecen sin bancos ni baños y no existió ninguna planificación para cuidar al visitante.
Faltó concentrar a los micros en una sola zona para no producir caos de tránsito; tampoco hubo inspectores de tránsito ni personal identificado para guiar al peregrino.
Un año más la Virgen abraza a todos; pero el intendente una vez más demuestra indiferencia hacia la fe, los peregrinos y los habitantes de la ciudad.
El santuario, para el intendente, otro punto de la ciudad para recaudar.