Así queda Calle Urquiza cuando la empresa contratista utiliza cualquier espacio, total nadie controla en la ciudad.
Cemento, arena, un engrudo para que las cubiertas de los autos y hoy de los colectivos la repartan por toda la ciudad.
Tienen lugar, obrador, es interminable el tiempo que se toman para terminar una cuadra y se encargan de utilizar todo lo que a su antojo quieren.
Basta de contratistas millonarios a costa de la obra pública y amigos de Ismael.