Un conocido empresario que según nos cuentan, no terminó la obra de la escuela 40, cobró y se fue sin terminar todo lo que la contratación le exigía. Se hace pasar por columnista en un medio radial, donde todo el tiempo critica a los empresarios y políticos corruptos. ¿Y por casa cómo andamos?.
El empresario es el dueño de una conocida pinturería de la ciudad.
No accedió a la obra por licitación sino por contratación directa y no pasa por ningún control ni certificación de la obra en la escuela, y nadie denuncia, salvo padres comprometidos con la educación de sus hijos.