En San Nicolás nadie denuncia. Condenan a un comisario y a un subinspector. Peculado y otras yerbas

Mientras un sargento tenía que estar cumpliendo tareas policiales, se encontraba realizando trabajos particulares para el comisario.

Si en San Nicolás se denunciara, otro gallo cantaría, refiere el dicho. Ponemos de ejemplo un reciente fallo pero que puede muy bien aplicarse a funcionarios, pintores, albañiles, electricistas, herreros, que se comenta pero no se denuncia, y que pasaría en la ciudad en diversos ámbitos. Recordemos al pintor que pintó el frente del municipio y que es igual a la pintura usada en el frente de la casa del ex intendente, ex ministro de salud que denunciara nuestro medio.

Condenaron a un comisario de la Policía Federal por peculado y falsedad ideológica.
Lee los fundamentos

De acuerdo al fallo del juez Enrique Gamboa, el policía utilizó a un sargento para “tareas de electricidad” en unas viviendas que estaba construyendo al lado de su casa cuando el agente debía cumplir funciones en la seccional.

El juez Enrique Gamboa condenó a dos años y medio de prisión a un comisario de la seccional Nº10 por forzar a un policía de esa comisaría a que trabaje como electricista en un complejo que estaba construyendo en la localidad de Monte Grande. También, fue condenado a dos años de prisión un subinspector que se encargaba de falsear los libros de la seccional. Ambos acusados reconocieron su culpabilidad en el marco de un acuerdo de juicio abreviado firmado con el fiscal Aldo de la Fuente.

Los dos fueron considerados responsables de “peculado y falsedad ideológica de documento público”, tal como había planteado el fiscal. El primero de los delitos, en este caso, es para los funcionarios que empleen en su provecho o en el de un tercero trabajo o servicios pagados por la administración pública. Junto con la pena de prisión, el peculado prevé una inhabilitación absoluta perpetua para ejercer cargos públicos.

Asuntos internos recibió la denuncia en el año 2007, y ahora marchen presos.

Cualquier semejanza con la realidad que viven muchos empleados municipales y trabajadores que se desempeñan en obras públicas en San Nicolás, sería pura coincidencia.