A pesar de la anunciada obra -que no avanza- de hacer del centro de la ciudad un espacio urbano que se conoce como “Manda Peatón”, demuestra su fracaso cada vez que caen unas gotas.
Cuando el diseño vial es un constante recordatorio de que el automóvil es quien manda en las calles de la ciudad, creer que la solución a todos los problemas está en tapar baches y construir viaductos, nivelar las veredas y no dejar ingresar automóviles al centro de la ciudad es muy fácil, pero no soluciona nada, todo lo contrario.
Los nicoleños esperan que en todo el centro no mande la lluvia.