Mientras decoramos la ciudad con un verdadero espíritu navideño, lleno de luces y de bienvenida a todos los que visitan la ciudad de María, los funcionarios estacionan como les da la gana, donde quieren y como quieren.
Para muchos funcionarios del ejecutivo municipal estacionar donde quieren, no está prohibido. Una regla vial y de tránsito constantemente vulnerada por funcionarios políticos.
Los autos oficiales parecen tener aseguradas zonas liberadas para detenerse junto a cordones amarillos, sobre la mano izquierda, en la bajada de sendas para personas con discapacidad e incluso frente a las puertas de los bancos y en la vereda del hospital.
La lista de irregularidades se extiende al municipio y sus alrededores, el centro de la ciudad, hospital, dispensarios, corredores viales, esquinas y sendas peatonales, pero sólo a nosotros nos importa.
La acción de multar no existe para los funcionarios ni para autos y motos de alta gama. Sin embargo salen cada día al acecho de trabajadores para recaudar.