El diario local afirma que es “histórica” la evolución presupuestaria del municipio de San Nicolás y los números hablan por si mismos.
Sin embargo, de lo que no habla el mismo medio es de los gastos de éste ejecutivo. Aún esperamos que la familia del enroque explique las ganancias de ExpoAgro 2017 y en qué se invirtió ese dinero que según el intendente en licencia, y la fantástica proyección que estimó su equipo, serian millonarias. Tampoco explicaron hasta hoy la compra de una propiedad que el municipio realizó a través de una transacción en el banco Francés.
El presupuesto para la ciudad, si bien es cierto que ha ido creciendo, de 800 millones en el 2015 a 1497 millones para éste año, las obras terminadas sólo fueron ejecutadas con dinero del gobierno de Cristina Kirchner, mal que le pese admitirlo al alcalde que suspira por ser ministro de salud.
Lo que se vió hasta ahora con dinero de Vidal y Macri es: contratación de empresas tercerizadas que no brindan servicio; abandono de obras iniciadas por falta de cálculo, mal planificadas y con gastos exhorbitantes; mal uso del combustible provincial que es mayor para los funcionarios que para la policía local, abandono de plazas y dispensarios, sin gas en las delegaciones, con dinero a plazo fijo y sin presupuesto participativo, un amague que ilusionó a los vecinos y quedó en la nada.
De las obras terminadas, tenemos un UPA con dinero de la provincia con Scioli gobernador que no es un hospital; un pavimento que se rompe con el aporte de su amigo personal Julio De Vido; los viaductos terminados gracias a Aníbal Fernández; la puesta en valor de la estación de trenes gracias a Randazzo.
La ciudad les cree pero menos, como hemos visto en la última elección en la que Cambiemos le sumo porcentaje de votos y no al revés. Las PASO son testigos del 35,4% de votos reales obtenidos, muy lejos del 60% que le prometió la familia a Vidal.
El interino prepara un presupuesto de números fabricados que espera para ser aprobado cuando el nuevo mapa del concejo deliberante entre en acción para que los concejales por 25.000$ mensuales, se diviertan aprobándole todo al ejecutivo de Ismael, porque son de Ismael y no de Manuel.
Evolucionan los aportes provinciales y nacionales, pero de la caja negra del gasto público, nadie habla.