

No hay método, no hay yoga ni respiracion consciente que alcance cuando lo que molesta no es una piedra en el zapato, sino el zapato entero siendo usado para pisar cabezas. Ante algunos detalles por los modos y las expresiones, cómo no estar enojado. Pero ¿cómo contener el río cuando le están dinamitando los márgenes?
Hace tiempo que los concejales oficialistas de Juntos por el Cambio y Libertad Avanza juegan con la dignidad del otro como si fuera una ficha de dominó. Primero, lo insólito: se autopercibían empleados municipales para cobrar sueldos que no les correspondían.
En cualquier rincón del mundo eso hubiera sido causa de procesamiento, pero en San Nicolás —ay, San Nicolás— el Código Penal parece ser un libro de autoayuda. Y este feudo disfrazado de república se regula por otras leyes, leyes que no están escritas pero que todos conocen. Como si Dios las hubiese dictado en voz baja, solo para ellos. Walter Montenegro, médico y concejal, recorrió delegaciones municipales como si fuera comisario de salud sin jurisdicción, acompañado por funcionarios del Ejecutivo.
¿Dónde está el responsable del área? ¿Desde cuándo un concejal administra cuando debería legislar? ¿Quién le robó la brújula a este barco en su tercer mandato? Y como siempre, el Lic. Daniel Luchelli, presidente del Honorable Concejo Deliberante, que más que presidente parece animador de una gala sin audiencia. Interviene para garantizar que los reclamos serán tratados, solo para luego ver cómo su bloque los rechaza con la sonrisa burocrática de quien niega un trámite con sello, firma y amnesia institucional. Nuestra organización pidió personal de enfermería para cubrir guardias pendientes. Lo pedimos con argumentos, con urgencia, con humanidad. Porque una guardia sin gente no es una guardia: es un decorado. Reincorporaron un desfibrilador en Conesa. Muy bien. Pero lo llevaron a la comisaría.
Acaso, es como poner una bala en la sala de partos. ¿Ironía o negligencia? ¿Necesita brújula una gestión que va por su tercer mandato? No. Necesita voluntad. Y la voluntad, cuando falta, no se compra ni se terceriza. El sistema de salud necesita decisiones, no poesía de archivo. El Intendente no requiere un programa, requiere coraje. Ya tiene los fondos. Ya tiene las ambulancias. Solo falta que las haga andar. Que compre medicamentos. Que contrate personal. Que entienda —de una vez— que la salud no es un gasto. Es la inversión más noble, más urgente y más decente.
Es por nuestras familias, nuestros vecinos, por quienes caminan con fiebre al hospital porque no hay móviles, ni turnos, ni atención. No es una consigna. Es el día a día. No busquemos responsables entre los que no tienen poder.
No miremos al costado. Si el desfibrilador puede volver, también pueden volver los medicamentos, y también pueden llegar enfermeras , medicos y mas choferes. Mientras tanto, espero cordura.
Oro. Oro a nuestro poderoso Señor, no para que quite la bronca de mi pecho, sino para que toque el duro corazón de quienes nos gobiernan.
Te invitamos a compartir tus comentarios.
Valoramos mucho la opinión de nuestra comunidad de lectores y siempre estamos a favor del debate plural y del intercambio de datos e ideas. En esta línea, es importante para nosotros generar un espacio de respeto y cuidado, por lo que por favor tené en cuenta que no publicaremos comentarios con:
- insultos, agresiones o mensajes de odio,
- desinformaciones que pudieran resultar peligrosas para otros,
- información personal
Diario la verdad no se hace responsable de los comentarios realizados por terceros ajenos a la redacción de nuestro medio.