La vaca empatanada y el concejal de Passaglia

 Dile a mi amada que esta apenada esperándome, que estoy cansado y el río esta bravo para volver”. Canción del Remanso Valerio.

La vaca empantanada. Por: Surubí

Miren que en tantos años he visto muchas cosas, pero como estas la verdad que no. No sé si por el cambio climático o qué, pero todo esta distinto. Piense que nosotros, los peces de agua dulce estamos acá hace miles de años, antes que llegaran ustedes, así que vimos pasar bonanzas y calamidades de todo tipo, aunque cuando llegó la especie humana cambió más, de a poco, pero cambió. Aunque en el último tiempo cierta variedad de humano está arrasando con todo lo que se le interpone, incluso con los congéneres que lo ayudan. El “señor” de la foto, que mira a cámara con gesto difícil de describir, es el concejal que acata las ordenes de su patrón que domina la ciudad. El río lo derrotó, pero como es ley entre la gente de bien que habita nuestras islas fue socorrido y salvado del mal transe.

La vaca empantanada. ¡Ojo que cuando sale patea!

Acá en el río, nosotros los peces desde abajo lo vemos bien, cuando una persona tiene un problema los isleños la ayudan sin preguntar ¿quién sos?. Tal es así que el rescatado que hoy respira es un ferviente enemigo de los habitantes de las islas, sin embargo, se lo ayudo igual.

¡Ojo que patea!

Tres días después de que fue rescatado el concejal, sus soldados y el patrón le enviaron una orden de desalojo al mismo isleño que lo ayudó. Sí, al mismo que lo ayudo. La orden fue llevada por un policía preguntón a su rancho, ese que está ahí, a la orillita del río, desde donde vio al concejal pidiendo ayuda como un chico asustado y sin dudarlo salió buscarlo con su canoa, a ese mismo rancho llegó la policía con una orden de desalojo, al mismo rancho que levantó con sus manos y donde hace más de cincuenta años vive.

La historia del concejal es bien conocida, acá en el río se sabe todo, pero tampoco nos vamos a remontar a la era del “Hielo” porque la historia es larga y fea, pero si les vamos a decir que al rescatado no le gusta nada la gente de isla, por eso con su patrón los persiguen, los hostigan les tumban los ranchos con topadoras o a la noche, cuando “creen” que nos los ve nadie les queman sus pocas pertenencias, también, a este mismo concejal, lo escuchamos vociferar contra los que quieren proteger el río, el Parque Rafel de Aguiar y sus habitantes, los mismos que lo salvan del río que no domina y que él les devuelve el favor con desalojos y prepotencias.

Pero bue, es así, el “señor” experto en deportes tuvo que ser rescatado por un humilde pescador, y así fue. Hace pocos días el mismo concejal mientras con una mano se tapaba la nariz para no sentir el olor, con la otra votó bien alto en contra de que los ciudadanos sepan qué pasa con los efluentes cloacales y el agua del río, ese mismo rio que casi le cobra el maltrato, pero no lo hizo, porque a diferencia de él siempre ofrece una mano tendida para el rescate. Acá nosotros no leemos mucho, no es que no nos guste la literatura, es que se nos mojan los libros, pero en uno encontré un pedacito que todavía se puede leer, a ver si les gusta: “...cuando joven supo correr y volar por la punta de las altas montanias, pero que al ser viejo cayó para abajo como bombardero en picada que le falia el motor moral. ¡Y ojalá que lo que estoy escribiendo le sirva a lguno para que mire bien su comportamiento y que no se arrepienta cuando es tarde y ya todo se haya ido al corno por culpa suya!” -César Bruto-

La próxima vez que nos encontremos, les cuento del juez que desaloja a los isleños...

Cuando quieran conversamos, si quieren, del historiador que cuenta la historia de como nuestra ciudad era un basural y ahora esta tan “linda” y otras cosas más de estos pagos litoraleños.