martes 11 de febrero de 2025 - Edición Nº2260

Política | 22 may 2023

El urbanismo Passaglista

El por qué de las conductas del intendente PRO Passaglia. Las dos realidades de San Nicolás

Una San Nicolás visible y la otra, cuidadosamente oculta, la que no se muestra, la que no se cuenta, la que no se prefiere


Cuando vemos y analizamos las decisiones y la conducta del intendente PRO que va perdiendo altura, nos preguntamos por las actitudes de una persona ante cualquier circunstancia, y comenzamos a buscar los motivos o las razones del porqué presenta dicho comportamiento, ya que es la conducta o el proceder por parte de un individuo la manifestación visible de lo que a esa persona le interesa o necesita, con lo que se siente identificado o de donde el individuo se percibe como parte de ese grupo o grupos, considerando en todo momento que toda conducta es una decisión personal, con el pleno convencimiento de lo que se está haciendo lo correcto. 

 Tenemos un intendente selectivo a la hora de hacer obras o negocios, que serían lo mismo, y claro, hay una insatisfacción creciente del joven aspirante a vice gobernador si Bullrich hubiese elegido a De La Torre, un gran amigo Passaglista, pero no sucedió: otra que le sale mal a los Passaglia. Esa insatisfacción es casi un rasgo de pertenencia por la falta o escasez de recursos de protección propia.  Un hijo de la violencia y la avaricia en su niñez y  de hasta hace poco.

San Nicolás. La ciudad de los expulsados y los beneficiados de un urbanismo selectivo.  El pretexto de un urbanismo para hacer negocios con sobreprecios de la obra pública llega a un sólo sector, el más beneficiado; para ellos pintamos murales en los edificios céntricos, hacemos playas como el inicio de un gran y esplendoroso proyecto inmobiliario millonario, que realiza  una y otra vez los mismos arreglos en las plazas o se colocan lámparas led por los mismos oferentes de siempre. Por el otro lado la ciudad de las oscuridades, las calles desparejas y las veredas rotas. Allí no hay murales ni obras bonitas y mucho menos caras.

La ciudad de las dos caras, una visible que se muestra cuando se juega a las visitas, y que es como una suerte de historia que aún no termina de contarse; la del centro que sirve para mostrarse y crear una ciudad a la carta de ésta gestión, con todo el poder a sus pies. Y del otro lado el abandono y la ruina, la inseguridad y los robos crecientes; la oscuridad y las veredas desparejas sin baldozas nuevas. 

Un urbanismo que beneficia a una serie de intereses mientras perjudica a vecinos de a pie.

La ciudad de los trolls que se animan día a día a amedrentar y a convencer al resto que las obras son maravillosas. Y nada se habla de la ciudad de las drogas, la discriminación, la falta de seguridad.  La ciudad que expulsa a los jóvenes que no encuentran futuro ni empleo, esta también fueron decisiones prometidas e incumplidas por ésta monarquía que se va deteriorando lentamente.

Una ciudad con dos caras. Una ciudad que te abraza y la otra ya nos damos cuenta.  Lejos quedó el palacio como llamaban los nicoleños a su municipio. El palacio ya no es lo que era porque representa lo público y nada de lo público quedará en pie, vaticinan los que saben y los que tienen oídos donde no los tiene el resto. 

La ciudad de las veredas rotas, las cuadras desparejas e intransitable y unas playas caras o un bar en un teatro a la carta de los precios altos. En un lado de la ciudad encendemos su fachada, y las otras fachadas son negadas; las de los barrios.  Por esto es una ciudad de contrastes y diferencias.

Y en la foto la elocuencia de lo que te contamos y les contamos. La ciudad y las diferencias con los diferentes afuera. La de algunos, la que se luce y la otra que se adormece sin luz en la cuadra y con robos constantes. 

Una ciudad pensada para unos pocos; para unos mucho, para otros poco. La ciudad algo calmada de robos y hurtos de día y la extraña dama de la ciudad de noche donde no hay policías ni custodias ni cuidadores. La ciudad que te deja solo. 

Las dos caras, el abandono y la belleza que es para unos pocos y todos se creen que pertenencen a la misma fiesta, pero de ningún modo es la ciudad de todos, es la ciudad del calor extremo porque ya no hay más árboles, o la del frío donde no hay calor ni calidez y refleja la conducta del querer ser más por sobre todos.  El que viene de la carencia quiere todo o el que viene de la avaricia o de los golpes, sabe muy bien a quién golpear y desproteger.  

La ciudad está a la vista. 

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