sábado 27 de julio de 2024 - Edición Nº2061

Policiales/Judiciales | 2 oct 2021

Ramallo

Una grave denuncia se realizó contra integrantes de la policía y el GAD local

Policía bonaerense y la violencia institucional


Una grave denuncia se realizó contra integrantes de la policía y el GAD local, a partir del testimonio de un joven, que denunció ser víctima de una persecución y violencia institucional por parte de la policía.

Se trata del oficial de la policía bonaerense, Brian González, quien a raíz de una denuncia que realizó cuando trabajaba en Zarate, se trasladó ese calvario a Ramallo. González comenzó a trabajar en la fuerza en el año 2014, y su primer destino fue la localidad de Zarate, allí pudo notar diversas irregularidades dentro del ámbito policial, lo que lo llevo a realizar la correspondiente denuncia en asuntos internos de la policía. Motivos por el cual, y como medida de protección, es trasladado a Ramallo.

“En el 2017, ya trabajando en el partido de Ramallo, un medio comienza a difamar una noticia del motivo de mi traslado, diciendo que yo era narcotraficante. A partir de ahí la misma sociedad me comenzó a mirar con otros ojos, con una mirada juzgadora, ya que cuando se escucha un medio uno cree que dice la verdad. Pero socialmente me ocasiono muchos problemas”, relato González.

En el año 2020 el tema volvió a aparecer: “El año pasado vuelve a salir la nota periodística, relatando los mismos hechos. Motivo por el cual se me traslada arbitrariamente y sin ningún motivo a la ciudad de San Nicolás y se me inicia una causa de investigación en Asuntos Internos de La Plata. Una situación muy fea, volver a vivir una situación como en el 2017”, explicó.

“Comencé a trabajar en San Nicolás, sin ningún problema, siempre con muy buenas calificaciones por mi forma de trabajo tanto ética como profesional. Pero empezó a haber una persecución por parte de la cúpula policial de ese momento”, conto.
El día 5 de diciembre del 2020 se produjo un hecho que comenzó a desencadenar una serie de situaciones donde el hostigamiento iba en crecimiento. “Esa noche yo le presto mi vehículo a un amigo para ir a una fiesta, en la cual cae la policía, en un operativo a cargo de la Comisario Urquiaga y el Subcomisario Bacca. Me llama mi amigo que lo habían detenido, llego al lugar en un remis, donde me presento grabando y consultando cual era el motivo de demorarlo. Al ver que el resto de los vehículos se retiraban y el único demorado fue el mío, sumado a que mi amigo lo tenían reducido contra la pared, consultó que había pasado y me refieren que no tenía la cedula azul habilitante para circular”.
“Yo le informo que soy el titular del auto, le consulto si está secuestrado, me dice que no, pero que tenemos que ir a la comisaria, lo cual me llamo la atención. Llegó a la comisaria, sospechando que se trataba de un acto persecutorio hacia mi persona, ya que habiendo tantos autos el único que habían parado era el mío, reteniéndome la documentación. Por lo que se deja ver la persecución o la intención de perjudicarnos por lo menos económicamente”.

“Yo me quedo esperando a mi amigo, cuando sale me refiere que lo habían golpeado mientras estaba esposado, pero me dice que por miedo no quería denunciar. A partir de ese día comencé a recibir mensajes desde dentro de la fuerza, donde me advertían que se había dado la orden en Comisaria Primera de que el que me sacara mi auto se iba a ganar un día de franco laboral. Es decir un premio por sacarme el vehículo. Esto fue una orden dada por el Subcomisario Bacca”.

González explico que “a raíz de esto comencé a tener miedo. Sentía que había algo específico hacia mí y hacia mi grupo de amigos. De todo esto que estoy relatando hay una causa penal abierta, una solicitud de habeas corpus hacia mi persona”. Luego reconoce que “a partir de esta situación, comenzó una serie de persecución y agravios cuando me veían pasar, buscando una reacción mía. Todo esto fue en escalada y nunca ceso”.

Provocaciones, golpes y detención
El denunciante comenzó a relatar los hechos, que fueron creciendo en violencia y hostigamiento. “El sábado 3 de agosto del 2021, oficiales del GAD se encontraba realizando un control, cuando yo paso en mi vehículo me gritan “colorado falopero”. En ese momento me fui muy enojado, por qué me tienen que gritar esas cosas y humillarme. Me acerco a preguntar, grabando con mi celular y con miedo, ya que un efectivo que tiene que trabajar con ética y profesionalismo actúa de esta manera, y con todo lo que venía pasando, yo ya no sé qué puede ocurrir”, expresó.

“Me acerco a reclamarle y me entrevisto con quien se hace reconocer como Subteniente Giménez, cuando le planteo el motivo de mi presencia me refiere que era mi palabra contra la de ellos y comenzaron a provocarme, al no contestar a mis preguntas y cambiarme de tema”.

“Luego se acerca otro efectivo que se hace reconocer como oficial Llanos y me dice que lo iba a tener que acompañar a la comisaria, algo que no entendí porque yo no cometí ningún tipo de ilegalidad y me quieren manotear el teléfono. En ese momento me tumban al piso entre dos efectivos del GAD. Yo lo único que atino es a aferrarme al teléfono ya que era mi único método de prueba y yo no sabía qué se venía”.
“En ese momento el oficial Llano, junto al oficial Basualdo y el oficial Martin me comienzan a golpear en el piso. El oficial Llano cuando caigo al piso me da una patada en la cabeza y el resto con golpes de puño y también patadas. Lo cual está todo filmado. A mi compañero, que no había dicho nada, también lo empujan al móvil, el subteniente Giménez junto a dos oficiales más, que no logro saber sus nombres, lo aprenden. Y en el video se escucha claramente que le dice “vas a llorar putito” provocándolo y pegándole con el bastón en la cabeza”.
González logra filmar con su celular todo el tiempo y ese material fue entregado en la justicia, como prueba de los hechos que denuncia. Además otras personas presentes en el lugar también lograron captar material fílmico.

“Había testigos en el lugar, cuando los efectivos se dan cuenta de esto, se escucha en el video que dicen vayan a agarrar a todos los que están ahí, haciendo referencia a los testigos. Y obligándolos a declarar los hechos falaces que luego iban a declarar”.
“Son tres personas reduciendo a una que no se está resistiendo y aplicando golpes, eso es violencia, no hay otra explicación. No se cumplieron con ninguno de los procedimientos establecidos en el ámbito policial. Y de todo esto hay pruebas, no es las palabras de ellos contra la mía”.
“Luego nos trasladan a la Comisaria Primera. Y cuando estaba esperando esposado, cabe aclarar que me pegaron estando esposado, me dice uno de los efectivos del GAD por qué me volví si ya había pasado. Y yo le refiero que volví porque hice lo que cualquier otra persona que fue agredida verbalmente hubiera hecho, defenderse. Y me refiere que sí, que tenía razón, que él no podía hablar mucho porque estaba la persona a cargo”.

“Me llevan a la comisaria, yo creyendo que lo peor había pasado. Pero me equivoque, una vez llegado a la Comisaría Primera, comienzan actos de vejación y tortura hacia mi persona. Se sacan fotos conmigo y con mi amigo, en ese momento refieren que yo era su premio. Yo no dije nada, pero recordé aquello del franco que se iba a dar a quien me sacara mi auto”.

“Luego de la foto, sin mi consentimiento, como si fuera un premio, me hacen pasar a otro cuarto y me hacen desnudar, quien sabe para qué, porque ya me habían requisado antes, y si solicitaban una requisa más exhaustiva tiene que ser por orden fiscal. Me esposan a una reja y a mi amigo, siendo un aprendido, lo meten en un calabozo con otros detenidos que hay en el lugar”.
“Yo solicito que tienen que llamar a mi abogado y notificarme de los hechos que se me imputan. Llaman a mi abogado, me entrevisto con la jefa que estaba en ese momento y mi abogado, los tres. Y le refiero que ya habían hecho las cosas mal, le relato todo lo sucedido y me refiere que cuando se retire el GAD, lo iban a sacar a mi compañero y a mí me iban a retirar las esposas”.

“Nos dejaron esposados, sin movilidad, las 16 horas que estuvimos, sufriendo vejaciones, yo sufrí humillaciones, maltrato, tortura. Es una práctica violatoria de derechos humanos”.
“Dejando en evidencia la arbitrariedad, la hostilidad, la persecución, y el hostigamiento. Porque la resistencia a la autoridad que ellos refieren no existió”.. Esta situación fue denunciada oportunamente en la Fiscalía, además de Asuntos Internos de la Policía Bonaerense.

Continúan las provocaciones
Luego del desagradable hecho del 3 de agosto, González fue víctima de hostigamientos en, al menos, dos oportunidades más. En esas oportunidades se repiten los victimarios y el modo operandi.

El día 30 de agosto de 2021, los oficiales del GAD vuelven a interceptarlo en la vía pública. González circulaba en su auto particular por la Av. Mitre, cuando una camioneta del GAD lo intercepta en la esquina de calle Eva Perón. En esa oportunidad le requisan el auto, bajo provocaciones y abuso de poder.
Días más tarde, el 25 de septiembre, nuevamente es interceptado por una moto y camioneta del GAD, donde vuelven a provocarlo y maltratarlo.

“Esto encuadra en la figura de abuso de poder. Yo tengo miedo, quiero que paren con el hostigamiento. Todos estos hechos figuran en la ampliación de la denuncia que está radicada en sede judicial, como así también en Asuntos Internos de la policía. Son los mismo efectivos del GAD, que se repiten en cada situación desagradable que me tocó vivir”, remarcó González.
Y agregó: “También tome la decisión de presentar un Habeas Corpus, que está en trámite, tengo miedo de esta situación. Logre identificar a quienes se repiten en los hechos, al Subteniente Giménez, y los oficiales Llano, Basualdo, Martin y Peralta, todos pertenecientes al GAD”.

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