¿Quién puede afirmar que no ha cometido alguna infracción al volante en su vida? ¿Olvidar la documentación obligatoria o recibir una multa por estacionar en doble fila? Por mínima que sea, infracción al fin.
El inspector de tránsito redacta el acta de infracción para luego fijar el monto de la multa que deberemos pagar, o bien, la sorpresa de recibir una notificación al domicilio sobre una multa que no sabíamos habíamos cometido, citándonos a comparecer al Juzgado de Faltas. Asistimos con la esperanza de poder, descargo mediante, librarnos de la infracción, o, cuando menos, negociar un pago voluntario que se acomode a nuestro vapuleado bolsillo.
Ahora bien, ¿qué sucede cuando las infracciones son cometidas por funcionarios del Gobierno? Lejos de ser ciudadanos ejemplares por la investidura que ostentan, son quienes más infracciones cometen, con la chapa de diputado, doblemente inmoral. Muchas veces, obcecados por el poder y acreedores de una omnipotencia supraterrenal como los Dioses del Olimpo, entienden que infringir la Ley es inherente al cargo político que ocupan.
Fuentes anónimas enviaron a esta redacción documentos sobre un vehículo del erario municipal, de la marca Ford modelo Mondeo, donde constan todas las multas que habría recibido por mal desempeño, aunque la palabra es negligencia, al volante de su conductor.

Se lo ha visto al Diputado por Cambiemos, Santiago Ismael Passaglia, hermano del actual alcalde de San Nicolás, Manuel Passaglia, manejando este vehículo como si fuera de su exclusiva propiedad, incluso viajando por la Provincia de Buenos Aires como si nada.
Santiago Passaglia de Juntos por el Cambio, no pudo explicar por qué no paga la nafta de su bolsillo enriquecido, así cualquiera -aunque esté procesado por lavado de dinero y enriquecimiento ilícito junto a toda su familia, algo que aclaramos por si alguien olvida-, hace uso de algo que no le corresponde y que es de todo el municipio. Los bienes municipales no se usan para cuestiones particulares, máxime teniendo en cuenta que carga combustible de la misma caja de vales de nafta que no le llegan a los vehículos de la policía. ¿Algo que tampoco advierte la estación de servicio proveedora municipal de combustible? No es combustible gratis para funcionarios, menos para embarcaciones, o diputados, sin embargo es lo que pasa en la ciudad.
Ahora bien, ¿qué sucede cuando las infracciones son cometidas por funcionarios del Gobierno? Lejos de ser ciudadanos ejemplares por la investidura que ostentan, son quienes más infracciones cometen, con la chapa de diputado, doblemente inmoral. Muchas veces, obcecados por el poder y acreedores de una omnipotencia supraterrenal como los Dioses del Olimpo, entienden que infringir la Ley es inherente al cargo político que ocupan.
¿Quién se hace cargo de esas multas? ¿Quién se encarga del mantenimiento del auto? ¿Y el combustible, quién lo paga? Efectivamente, su respuestas es correcta, lo pagamos los nicoleños.
Pero, ¿por qué un Diputado utiliza un vehículo municipal adquirido y mantenido con el esfuerzo de todos los nicoleños? Tiene uno de los “trabajos” mejores pagos del país y sin embargo no mete la mano en su bolsillo, sino que se aprovecha de todos nosotros.
Sobre todo en tiempos de crisis como el actual, los ciudadanos cuidamos cada uno de los pesos que gastamos y hacemos malabares para poder pagar todas las cuentas. No podemos permitir este despilfarro de los recursos de la Municipalidad. Recursos que aportamos todos los contribuyentes cuando abonamos las altísimas tasas.
La actitud que define al Diputado Passaglia no es otra que desinterés por el esfuerzo que todos realizamos. Seguramente, luego de este informe harán desaparecer la evidencia que superan las diez infracciones, pero sepan queridos conciudadanos que quienes nos gobiernan en San Nicolás tienen desprecio por el prójimo, mientras tanto viven y se aprovechan de él.
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