sábado 04 de mayo de 2024 - Edición Nº1977

Columnistas | 21 abr 2024

Las mujeres y los modos

De mujer política a mujer política

“El precio de desentenderse de la política, es ser gobernado por los peores hombres”. Platón


Por Ma Belén Mozzicafredo

Como hablar de la política nicoleña siendo mujer, no nacida aquí…pero con cincuenta años viviendo su realidad.

Elijo este diario, porque pertenece a otra mujer, y entre mujeres ante todo debe haber sororidad. Lo digo siempre, hoy lo escribo, y comienzo a transitarlo.

En la política, que es un sustantivo femenino, existen reglas y paradigmas tan patriarcales que cuesta incluso sentarse a escribir, porque no importa lo que digas ni como lo digas, el lacerante comentario de los “modos” por sobre el contenido, siempre son detalles femeninos bien juzgados.

Pero cómo desentenderse de algo que nos atraviesa en cada paso que damos.  Las palabras que no decimos, que no escribimos se nos van a anudando en la garganta, y como diría Mary Wollstonecraft, nos fueron dejando de lado, y ni siquiera gritar la injusticia pudimos. “Los modos mujeres, los modos”

Para no des entendernos entonces, tuvimos que tomar conciencia del otro desde la primera edad, aún sabiendo que  calladitas  somos más lindas.

Y aquí va de cuento, el de una niña de ocho años que asistía a una escuela muy hermosa, publica, construida con los mejores materiales y tecnologías, el ideario de la sociedad perfecta, el estado de bienestar puro. Sin embargo, rodeada de esa belleza y orden, se filtraban como rayos que queman las almas más pequeñas, las miradas de aquellas maestras cuando olían o veían lo que no les gustaba.

A tan tierna edad, le quedó resonando fuerte el choque adrede de las esclavas de oro de aquellas muñecas que empuñaban tizas. Una maestra de aquellas, incluso, se animó a expresarlo: ¡Qué olor a pis que tenes fulanito!

Ese fue el primer disparador para darse cuenta de todo lo que había en el discurso de la maestra, pero sobre todo, y más aún, distinguir las huellas de la vida precaria y tan falta de “estado de bienestar” de su compañerito.

Ese día volvería a casa con mucha pena, dándose cuenta de que desde chica debería enfrentarse a estas cosas de las que era “consciente”, ¿solo ella las vería? Solo ella levantaría la voz ante esa maestra sin consciencia, que acusaba a un niño con miedo evidente, por las faltas materiales de su familia, la lluvia que no seca la ropa, las manos cansadas de una madre por lavar a mano, el jabón de baja calidad que no saca del todo… el olor a pis.

El olor a pis se le metió a la niña así a su cabecita, no como algo desagradable, sino como la esencia misma de todo lo que significaba ser humana, y fue esa esencia la que la despertó al mundo político. Leer, pensar, estudiar, formarse, recordando siempre el olor a pis, el olor a miedo de no poder decir. Recordando la humanidad más animal, que todo el tiempo estamos tratando de tapar, con perfumes, con jabones, que pueden tomar todas las formas de la hipocresía que habita el mundo. Todo para no sentir nuestros olores, negar nuestros temores, nuestros dolores, nuestras carencias, nuestras miserias, pero sobre todo, para no hacer.

Sin duda lo político implica hacer, bien, mal, errado, correcto, pero siempre actuar, no quedarnos callados.

Lo que no se dice no existe, entonces a esa niña se le ocurrió empezar a decir y esa fue su forma de hacer. Hizo amigos y enemigos también desde aquella edad, y a todos siempre los mantuvo cerca. ¿Eso decía Sun Tzu no?, ¿o fue Maquiavelo?, ¿o fue Perón?, bueno, no importa demasiado, seguro un general leído por un político o viceversa, por defecto profesional, pero me entran las dudas si esa frase no la dijo por primera vez una mujer, porque las mujeres si sabemos de esto, desde la corta edad.

Para cerrar este breve relato que da inicio a mis columnas, decirles que no soy esa niña linda, nunca lo fui, ni incluso calladita, por eso elegí el camino de decir y hacer, que es el camino de la política al revés, pero acá también es verdad que “el orden de los factores no altera el producto”, dirá un Pitágoras, o habrá sido Téano con los labios pintados, y las uñas prolijas, recordar los modos mujeres, ¡los modos!, siempre que el decir y el hacer vayan por el mismo camino.

Y a vos? A vos qué te hizo despertar a la política?

 

OPINÁ, DEJÁ TU COMENTARIO:

Te invitamos a compartir tus comentarios.

Valoramos mucho la opinión de nuestra comunidad de lectores y siempre estamos a favor del debate plural y del intercambio de datos e ideas. En esta línea, es importante para nosotros generar un espacio de respeto y cuidado, por lo que por favor tené en cuenta que no publicaremos comentarios con:

- insultos, agresiones o mensajes de odio,
- desinformaciones que pudieran resultar peligrosas para otros,
- información personal

Diario la verdad no se hace responsable de los comentarios realizados por terceros ajenos a la redacción de nuestro medio.

Más Noticias