La mora bancaria de los préstamos a las familias volvió a encender señales de alerta en el sistema financiero argentino. En octubre de 2025, el incumplimiento en el pago de créditos llegó al 7,8%, el nivel más alto desde que el Banco Central de la República Argentina (BCRA) comenzó a recopilar estos datos en 2010.
El informe refleja 12 meses consecutivos de aumento en la irregularidad crediticia de los hogares. El deterioro fue especialmente fuerte en los segmentos de préstamos personales y tarjetas de crédito, donde la morosidad es muy alta.
En contraste, los créditos prendarios mostraron una suba más moderada, mientras que los hipotecarios se mantuvieron estables, en torno al 1%, impulsados por su dinamismo reciente y mayores garantías.
Tasas altas y salarios en retroceso
Durante el período analizado, la tasa nominal anual promedio de los créditos personales alcanzó el 83%, un nivel que tensionó la capacidad de pago de las familias.
La combinación de rendimientos elevados, estancamiento del salario real y un mayor acceso al crédito explica buena parte del aumento de la mora.
Con el Estado fuera del mercado como principal demandante de fondos, la oferta se volcó a segmentos de mayor riesgo crediticio, elevando naturalmente los niveles de incumplimiento.
Sumando hogares y empresas, la irregularidad en el sistema financiero es el valor más alto desde noviembre del 2021, llegando al 5% en octubre, el valor más alto desde noviembre de 2021.
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