El negocio de mercaderes y políticos en la Liga de Fútbol nicoleña

Ya se lo preguntaba Galeano, ¿Tiene el fútbol la culpa de los crímenes que en su nombre se cometen?». Y vaya que se cometen.

Hieren de muerte, laceran de odios y ambiciones.  Las ligas que cobran, los negocios de las Ligas y la política dibujada de balón.

La violencia ensucia el fútbol, como ensucia todo lo demás en este mundo de nuestro tiempo, y donde los medios de comunicación suelen irradiar voces de alarma contra los influjos maléficos del fútbol.

Quién le pone el cascabel al gato, sería la gran asociación intelectual para pararle el fútbol a la liga nicoleña. 

La culpa es del Gato y vos sabés que no. La Liga tiene dueños que no son elegidos, donde la política hace pie, pero que se vuelve un instrumento de alienación, un objeto de manipulación de valores y de pies que mandan en el mundo y también en el submundo de un pueblo.  Acá quieren mandar en San Nicolás porque los que quieren hacer un negocio del club, quieren matar al gato, no sólo ponerle el cascabel porque le disputan la dignidad los que no la tienen.  

Muchos que no saben que, todavía hay jóvenes esperando en Ezeiza el avión que nunca llegaría, el pasaje que nunca llegó, la hora que nunca te tocó, pero estaba  el contrato firmado por un año por el que  tus pies nunca alcanzarán la pelota en una cancha, pero quién te manejó acá en ésta pequeña ciudad, te prometió y quizás hasta cobró por vos como si estuvieras en Roma jugando, pero vos nunca cobraste, ni viajaste,  y te quedaste mirando como el avión despegaba y se llevaba tu ilusión y tu dinero que firmaste por un año…. 

La cancha de fútbol es  una fuente de dinero, prestigio político y Valium colectivo. La cancha constituye también un espacio de expresión de destreza, y en ocasiones de belleza, un centro de encuentro y comunicación y uno de los pocos lugares donde los invisibles pueden todavía hacerse visibles, aunque sea por un rato, en tiempos donde esa hazaña resulta cada vez menos probable para los hombres pobres y los países débiles. Pero, acá es la fiesta del engaño, de la manipulación y los negocios inmobiliarios que no cesan mientras los patrones de la pelota, digan que mandan.  Otros callan por un depto o piso, y no lo pueden negar, aunque lloren para no ser nombrados ni nombradas, ya lo decía Battagia.

 A la vista está, para quien no se niegue a verlo: en los estadios estallan, a veces de mala manera, las tensiones acumuladas por la desesperanza y la soledad, que signan este fin de siglo al norte y al sur, al este y al oeste del mundo; y esas tensiones pueden estallar en los estadios, ni más ni menos que en cualquier otro espacio de la violenta vida de nuestros días.

Pero después de la poesía, uno se pregunta: quién elige a los directores de la Liga Nicoleña, hoy felizmente casada con los Passaglia como la interventora y un tal Sandro… García creo, pero nada de Lorca, por las dudas y menos de poesía pero sabe todo y no raja a nadie.

La liga siempre fue del poder dominante de la ciudad.  Y una interventora que quiere quedarse con el gustito a normalizadora, la que normaliza el dinero, y no allana la sede del club 12 de octubre, porque allí hay un okupa, okupa protegido si los hay.  Allí supo ser un bunker de Passaglia, donde le mentía a la sociedad, sobre que San Nicolás estaba 100 con agua, luz, pavimento y seguridad….

Para esa sede hay un negocio asegurado con maqueta y todo.  Ya lo había dicho un secretario de Hacienda.  Hay para todos.  Un departamento para cada uno, y para algunos, además de departamento, una sábana asegurdad con golpes incluído y las amenazas para siempre. 

Con la brújula passaglista, en vez de allanar una sede, quiere desalojar a Marcelo Acuña, un grande de la escena del fútbol nicoleño, pero al igual que a cierto periodismo, cuando tocas el cielo y te ven, te sacan del horizonte por envidias. 

Pero, quién tiene el negocio de jugadores? O acaso una tal Julia que tanto le gusta hablar de ella, se quiere quedar con el negocio?

Cuánto le quieren cobrar  a un jugador… con un recibo que firma para la Liga, la interventora?

Quién se lleva la guita del pase de un pibe? Las 50 lucas a quién le quedan?  La delegada de Futsal en la liga nicoleña curra como curraron varios y siguen currando.  Algunos dejaron los medios y la política para quedarse con el juego, la liga y los negocios, más conocidos como negociados.

Habría que preguntarse a quién le  queda con el pago del derecho de formación?  A la íntima interventora passaglista, a Sandro, el otro passaglista, a los que se fueron, a los que están en la sombra, a algún ensobrado periodista… Repito, ¿quién firma?

Nosotros lo sabemos y tiene gusto a cama… perdón y el gato es nuestro, le guste a quién le guste

Porque si siguen los okupas de la sede, los de paleta sin paleta ni frontón que los proteja, el abrazo se verá en la Federación y serán parte aquellos que son parte y que no quieren que les toque, pero pueden ser los próximos.  Los villanos nunca detienen su marcha y el 12 no se toca. 

Esta historia continuará.  Recién empieza la saga de la liga, mentiras y verdades.