Por la política de salud de Passaglia, los sindicatos municipales están enfrentados

El municipio de San Nicolás se enfrenta, en las últimas semanas, a las consecuencias anunciadas de su decisión de desadherir al convenio con IOMA a través de una ordenanza municipal, a pesar de que sólo una ley provincial puede derogar otra. 

Por un lado, presiona para que los enfermos crónicos acepten retiros voluntarios, porque sólo extinguiendo la relación laboral se extinguiría su responsabilidad. Las presiones incluyen visitas sorpresivas a los domicilios de los trabajadores. Sólo dos firmaron; los que fueron abordados por los funcionarios antes de recibir asesoramiento sindical. El resto, prevenido, se niega de plano.

Cuando estos se niegan rotundamente, el plan B consiste en facilitar los medios para denunciar a IOMA, a través de una abogada del sindicato afín a la gestión de Manuel Passaglia. Los amparos reclaman la afiliación voluntaria, figura contemplada por la carta orgánica de IOMA, pero sin la obligación de abonar la cuota establecida. Ocurre que, hasta la cuota de IOMA, que es la más baja del mercado, de $11.400 por persona y $23.000 aproximadamente por familia tipo, resulta  inaccesible para los municipales, que no alcanzaron todavía los 100 mil pesos de salario mensual bruto. Conclusión, Passalgia pretende que la obra social provincial se haga cargo de la situación generada por su propia decisión política. 

Desde el inicio del conflicto, en marzo pasado, el titular de IOMA, Homero Giles, anticipó que, de avanzar Passaglia con su iniciativa, el escenario sería exactamente éste. La carta orgánica de IOMA contempla dos modalidades de afiliación: para los trabajadores de organismos provinciales y municipales con convenios de adhesión, una retención salarial de 4 puntos. Para quienes extinguieron la relación laboral, la mencionada cuota de bolsillo que se modifica de acuerdo al mercado. El planteo impulsado por Passaglia aspira a lograr un restablecimiento de las condiciones previas, cuando estaba vigente el convenio que él mismo mandó a sus concejales a rechazar.

Sindicatos enfrentados, subsidios indebidos

Sin embargo, y a pesar de la férrea oposición que le planta el Sindicato Único de Trabajadores Municipales local, que encabeza Rodolfo Cecchi y a su vez responde a la FESIMUBO del "Cholo" García, Passaglia no está solo en esta jugada. Lo acompaña el Sindicato de Trabajadores de San Nicolás (STM), cuyo secretario general es Luis Arance y responde a la federación de Humberto Bertinat.

Quien redacta y tramita los amparos contra IOMA es la abogada laboralista Sol Arance, hija del dirigente de ese mismo sindicato, Luis Omar Arance, y candidata a concejal por La Libertad Avanza. ¿Hay contradicción entre militar el ideario libertario y reclamar la protección del instituto municipal? Lo que hay, claramente, son buenos motivos. Fuentes del municipio confirmaron a BuenosAires/12 que el STM solicitó subsidios directamente del municipio de San Nicolás. El pedido lleva el número de expediente 1159, correspondiente al corriente año, como lo demuestra la pantalla del sistema operativo municipal que ilustra esta nota.

Se trata de una práctica absolutamente ilegal, ya que es violatoria de la ley nacional 23551 conocida como ley de asociaciones sindicales, ya que esta, en su texto, sostiene que todos trabajadores tienen derecho a constituir libremente y sin necesidad de autorización previa asociaciones sindicales, a afiliarse, no afiliarse o desafiliarse, a reunirse y desarrollar actividades sindicales, elegir libremente a sus representantes, ser elegidos y postular candidatos. El subsidio implica una clara intromisión de la patronal en el armado sindical.

Además, en este caso, el subsidio funciona como premio consuelo. El solicitante STM acaba de tragarse un sapo importante. Su antagonista, el combativo SUTM, tras años de espera, obtuvo finalmente la ansiada personería gremial, que coloca a ambas organizaciones sindicales en situación de paridad y deja a Passaglia sin uno de sus principales argumentos. Para descalificar a quienes se oponían a la guerra santa del Pro contra IOMA, decía que ni siquiera eran un sindicato de verdad.

Incertidumbre desde marzo

El conflicto se remonta al mes de marzo, cuando los concejales opositores fueron citados a sesionar sin contar siquiera con un orden del día o borrador de la ordenanza a tratar. Desde entonces, Buenos Aires/12 informó que la decisión escondía una jugada electoral individual de Manuel Passaglia, el menor de la familia, con el doble objetivo de dañar la imagen del gobernador Kicillof y posicionarse en el plano provincial.

Poco después, hizo público su salto al bullrichismo con un video conjunto con la candidata a presidenta en Twitter. Según fuentes locales, Passaglia aspiraba a ser el candidato a vice gobernador de ese espacio, secundando a Néstor Grindetti en la boleta. Ese lugar fue finalmente para el radical Miguel Fernández y Passaglia tampoco pudo reelegir: el candidato de la familia es su hermano Manuel, que obtuvo un cómodo triunfo en las PASO. El gobernador Kicillof, por su parte, también ganó, y las encuestas posteriores lo muestran ampliando su ventaja.

En síntesis, Passaglia midió mal y no logró ninguno de sus objetivos. Pero los trabajadores municipales se quedaron sin IOMA.

Buenos Aires 12

Página12