Es tan improbable que Chauderón sea loco, como que Manuel Passaglia sea peronista y María Eugenia pensadora global.

La “carrera” de Guillermo Chauderón, recordemos, empezó facilitada por presidir la Juventud Radical local, sus contactos del comité vinculados al ejecutivo de San Nicolas y las amistades con una puntera de La Emilia; luego ingresó al servicio de emergencias municipal y a la morgue municipal de la mano del entonces intendente Ismael Passaglia, ahora funcionario de María Eugenia Vidal.

Las tres denuncias que pesan sobre el falso médico apuntan al delito de homicidio simple por dolo eventual,abandono de persona seguida de muerte, usurpación de título, estafa, ejercicio ilegal de la medicina, falsificación y uso de documento público, pero con una estrategia de la defensa de Chauderón para declararlo inimputable, patean la cosa para adelante.

Hasta hace unos días Chauderón era normal. Ahora fue trasladado al Melchor Romero, hospital neuropsiquiátrico de La Plata, por orden de la Jueza de Garantías Nº 3 . Este traslado no sería sólo una transitoriedad para sacarlo del sanatorio donde se encontraba internado por intentar quitarse la vida.

La defensa intentará evitar el juicio declarando la inimputabilidad de su cliente, sin embargo para evitar el juicio se necesita una enfermedad psíquica grave que le impida conocer la criminalidad de sus actos.

Su astucia para desempeñarse como médico y docente sin título no lo hizo solo ni violó sólo todos los controles. Durante muchos años las complicidades avalaron su condición de médico y docente sin tener títulos habilitantes.

Por lo que pudimos saber, la familia directa de Chauderon no va a declarar, según se dice, porque habrían llegaron a un arreglo que no nos consta. Las primeras y fuertes versiones de los familiares, luego fueron negadas y serían, según dicen, parte de ese supuesto arreglo.

Hasta ahora nada se dice de quienes contrataron a Chauderón, algo que se mantiene en estricto silencio. Muchos abogados prestigiosos de la ciudad están de los dos lados. Los mismos entrecruzarían datos, suman pruebas y ganan tiempo para deslindar de responsabilidades a todos los que lo contrataron, comenzando por el municipio de San Nicolas y a los responsables del área de salud municipal, Mirna Bottazzi y el Dr. Padulo para destejer la maraña de encubrimientos y luego el resto.

Off de récord, todo redundará en estrategias que señalarán sólo a Chauderón; no se investigará a sus contratadores, pero de ahí a demostrar que pueda estar loco es increíble.

Rumores, muchos. Historias fantásticas muchas. Nos preguntan: ¿Alguien que conoce de medicina no supo cómo suicidarse bien?. Apuñalarse el abdomen y luego el cuello es por lo menos, extraño.